Los testimonios
Hay muchísima gente y recuerdos legados al templo del donante. Hay quien lo ha visto nacer y crecer, quien lo ha “conocido” paseando, quien trabajando o llegando con su propia asociación.
In cincuenta y más años de historia hay muchísimos contos legados a este lugar único y particular. Aquí están algunas.
Todos pueden contribuir a esta sección con su testimonio, enviándola al correo tempiodonatore@gmail.com
Antonio Menin, de 1938
Crecí en estos lugares y, no siendo donante, estoy muy aficionado. Conocì a Cecchella, los Dall’Armi, Dalla Longa, don Gomiero, etc. Vio nacer a esto templo y antes la calle que porta a Pianezze. Tengo muchísimos recuerdos de este lugar como el periodo donde el artista Puzzolo pintaba: venia aquí para ver su trabajo, fascinado cada día más. Recuerdo la nieve y como era abundante: acerca del templo se solía esquiar. Recuerdo la gente, muchísima gente, que llegaba aquí para visitarlo (también desde el extranjero) y que, durante la primavera o el verano, llegaba en pulman, en bicicleta, a pie. Recuerdo las fiestas, las manifestaciones, los donantes que se reunían alegremente. Me duele ver las vallas que cierran el templo. Sigo los trabajos lo que puedo y espero que todo siga bien y que vuelva todos los visitantes cuando se reabrirá. La fe hoy es lo que es y las alternativas culturales, naturales y artísticas son muchísimas pero una riqueza como el templo está solo aquí y ¡merita recuperar su función!
Don Bruno Faggion, Rector del Templo
Estoy al templo desde hace 18 años. Es un lugar particular y la población y los donantes están muy legados a este templo en manera especial. Aquí todo habla del valor del altruismo y del dono, internamente y externamente al templo. Se respira un clima particular, se viven con intensidad los momentos juntos, las celebraciones y las manifestaciones de los donantes. La cerrada de 2017 nos ha dejado seriamente preocupados. El primer pensamiento ha sido donde continuar las celebraciones, no solamente las feriales (donde había en media 100 personas cada vez), también las de Navidad. La Víspera de Navidad es una tradición fuerte para los habitantes del lugar y también para quien llegan desde el alrededor y durante estos años nos organizamos para no perderlas.
El comienzo de los trabajos nos acerca al momento de reabrir la estructura del templo que espero se convierta en lugar símbolo también para otras religiones, un lugar donde encontrarse. El dono es algo de universal, el dono es la máxima expresión del respecto y de la consideración de las personas.
Fabio Baratto, hijo de Ruggero Baratto, uno de los fundantes del Tempio
Tenía 10 años cuando, en 1962, empezaron los trabajos para construir el templo. Todos estamos legados a este lugar porque lo hemos visto crecer y ayudado en su crecida. Todo aquí era diverso sesenta hace sesenta años: todos los árboles, que ahora protegen esto lugar sacro, no estaban aquí. La que hoy llamamos sacristía antes era una pequeña tienda sobre una colina: en esta misma tienda se vendía recuerdos del templo. Si porque la iglesia que estamos reestructurando hoy ha sido construida gracias a la vendita de estos pequeños objectos que trataban de un lugar que no estaba físicamente, pero estaba ya en el corazón de todos. Un templo que ha sido edificado gracias a la voluntad y a los sacrificios de toda la comunidad. El recuerdo mas bonito que tengo legado a este lugar son las grandes fiestas que se hacían el domingo para recoger dinero para el templo. Si estaba todos juntos, nos divertíamos y se hacia el bien. La reestructuración y la abertura del templo representan la represa de una importante tradición. Espero que esto lugar vuelve a ser una meta importante para los donantes y los otros también.